
Boca Juniors participará este año en la Copa Sudamericana debido a un problema persistente: la falta de jugadores para afrontar todas las competiciones. El equipo, bajo la dirección de Diego Martínez, ha desarrollado una idea clara en cuanto a ataque se refiere y ha marcado muchos goles últimamente. Ha ganado cuatro de sus últimos cinco partidos, incluida una victoria en casa por 2-1 sobre el Sportivo Trinidiense, que le sitúa en el quinto puesto de la Zona B, a un punto de los playoffs. Además, Boca derrotó 3-0 a Central Norte en la Copa Argentina para avanzar a la siguiente ronda.
El equipo de Triqui está en dificultades en la División de Honor de Paraguay, ocupando el penúltimo lugar del Apertura. Sin embargo, logró una importante victoria en su último partido fuera de casa ante Guaraní por 1-2, poniendo fin a una racha de cinco partidos consecutivos sin marcar en tres. Esta situación parece persistir desde el año pasado, ya que su defensa muestra falta de reacción y sus transiciones de defensa a ataque son lentas, dejándolos vulnerables a decisiones rápidas de sus oponentes. Además, fueron eliminados de la fase de grupos de la Libertadores por Colo Colo (3-2 en el global), lo que los obligará a jugar el Sudamericano este año.